¿Cómo ser feliz? ¿Cómo tener la pareja ideal? ¿Cómo tener éxito? ¿Cómo dedicar más tiempo a las relaciones? Y muchos otros “cómo”, son realidades que permean la sociedad actual, la cual está sumergida en la búsqueda constante de respuesta a múltiples preguntas. Seguido de estas preguntas surgen afirmaciones limitantes como: “no hay felicidad completa”, “la pareja ideal no existe”, “El éxito es exclusivo para algunos”, “No es posible tener tiempo para la familia, para el ocio y para las relaciones”, “no…”
Todo ello nos lleva a pasar por la vida buscando fórmulas para el éxito, el secreto para ser feliz, la magia para mantener buenas relaciones, el arte de criar los hijos, en fin, esperamos encontrar fuera de nosotros lo que tenemos dentro. En el fondo, lo que el ser humano quiere es una vida plena, ser amado, ser tomado en cuenta, tener la posibilidad de trascender a una vida con sentido en el aquí y el ahora. Ahora bien, cuando no logramos acceder a todo esto, experimentamos soledad, tristeza, depresión, descontento, frustración, ira, agresividad, dolor, en definitiva abandono y desvanecimiento del sentido de la vida, y los días nos pasan sin darnos cuenta, se nos diluye la pasión de vivir.
En tal sentido, nos damos cuenta que para alcanzar una vida con sentido es imprescindible llegar a la cima, lo cual nos permite llegar a nuestra profundidad, es decir, a conocernos internamente, a descubrirnos como fuente de todo lo que sucede en nuestras vidas, que empecemos a mirarnos en el mundo desde la posibilidad de nuestro SER, en relación al hacer, con miras a tener resultados poderosos con todo lo que nos relacionamos. Llegar a la cima es ser más, mayor, extraordinario; es hacer grandes cosas con creatividad, originalidad y profundidad. Es hacer que las cosas sucedan, es mejora continua de nuestra calidad de vida, es abrirnos a la trascendencia en un mundo cargado de complejidades.
El ser humano, ha sido dotado de todo cuanto necesita para trascender en la vida, así que todos contamos con la capacidad y la posibilidad de llegar a la cima, el secreto está en nuestra manera de pensar. Hay pensamientos limitantes: “no puedo”, “no tengo”, “no sé”, “es culpa de”, “el problema es que”, los cuales cierran la puerta de nuestro poder, en cambio cuando transformamos esos pensamientos en posibilidades: “puedo…”, “requiero”, “me conviene aprender”, “mi responsabilidad es”, “la situación es”, nos estamos acercando a la cima.
Es importante, que comencemos a creernos merecedores de todo lo que está en el mundo, porque está puesto para disfrute nuestro. Este proceso se da en la medida que nos reconozcamos como regalo y contribución para el mundo; que reconozcamos que nuestra vida toma sentido, en la medida que dejamos que todo lo que somos se manifieste en la esfera pública y agregue valor a la vida de otros seres humanos. La pregunta que todos me hacen es: ¿es posible SER en medio de tantas turbulencias y tantas oscuridades que vivimos? Mi respuesta es: SI, pero depende única y exclusivamente de ti.